Preguntas frecuentes en relación a las vacunas contra el coronavirus

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¿Es posible desde una perspectiva científica que las vacunas de Pfizer y de Moderna modifiquen el ADN de las personas?

No. Ambas vacunas utilizan el ARN mensajero que ha sido sintetizado en laboratorio. Tras la vacunación las moléculas están diseñadas para que cuando se han introducido en la célula humana estimulen en ella la producción de la proteína de las espículas del coronavirus. Esta, entonces, es liberada a la corriente sanguínea lo que causa que por los mecanismos naturales del cuerpo se generen anticuerpos y células inmunes contra la proteína de las espículas. Como resultado la persona llega a ser inmune al coronavirus. Las propias moléculas de ARN mensajero sobreviven en el cuerpo sólo durante unas horas tras la vacunación puesto que son destruidas por los mecanismos celulares normales. No hay posibilidad científica o biológica de que las moléculas de ARN de las nuevas vacunas puedan modificar el ADN humano. Existe un tipo de virus completamente distintos, llamados retrovirus, que tienen la capacidad de modificar el ADN humano y los estudios realizados del código genético humano sugieren que una parte importante de nuestro ADN se generó de retrovirus ancestrales.

¿Es cierto que las nuevas vacunas Covid no se han sometido a los procedimientos normales para garantizar su seguridad?

No. Las nuevas vacunas se han sometido a las mismas pruebas y estudios independientes y amplios que deben pasar todos los medicamentos nuevos en los países desarrollados. Todas las vacunas consideradas han sido probadas en grandes estudios “doble ciego” de fase 3, cuidadosamente diseñados, que investigan la seguridad y eficacia de la vacuna comparándolo con un placebo inocuo. Los resultados de los estudios han sido analizados por un gran número de expertos independientes y muchos de los datos se han puesto a disposición del público para que puedan acceder científicos de todo el mundo. En el momento que se aprobaron las vacunas Pfizer y Moderna en diciembre 2020, decenas de miles de personas habían recibido ambas vacunas sin ningún efecto secundario grave.

Es cierto que el proceso de desarrollo, prueba y aprobación de las vacunas ha sido mucho más rápido de lo normal, pero ello se debe a que se ha hecho un esfuerzo científico internacional excepcional en relación a este problema, con una aportación económica ingente y cooperación sin precedentes entre expertos. Desde que comenzaron las campañas de vacunación masiva en diciembre de 2020, cientos de miles de personas ya han recibido la vacuna y se están analizando cuidadosamente los posibles efectos secundarios. Aunque ningún medicamento que sea biológicamente eficaz puede considerarse completamente seguro, los datos disponibles indican que las vacunas Pfizer y Moderna tienen un excelente historial de seguridad y, de hecho, son mucho más seguras que muchos medicamentos de uso habitual como la aspirina y el ibuprofeno.

¿Existe alguna confabulación entre los gobiernos occidentales y las grandes empresas farmacéuticas para no revelar los efectos adversos de las vacunas?

Esta preocupación ha tenido gran repercusión por la reciente noticia de que el gobierno del Reino Unido concedió a la compañía farmacéutica Pfizer una indemnidad legal que la protege de acciones legales que puedan surgir como resultado de cualquier problema que pueda derivarse de la vacuna. El personal del Servicio Nacional de Salud del Reino Unido que suministra la vacuna, así como los fabricantes del medicamento también están protegidos. Es importante comprender que la evaluación de la seguridad y eficacia de cualquier medicamento nuevo la lleva a cabo un gran número de científicos académicos independientes y muy experimentados que son independientes tanto del control gubernamental como de la financiación por las compañías farmacéuticas. Todos los científicos involucrados son conscientes de que su honradez y reputación internacional dependen totalmente de que sean considerados honestos, veraces e imparciales. Si posteriormente resultara evidente que ha habido alguna deshonestidad o engaño, sus carreras y reputación serían destruidas. A partir de mi experiencia personal de realizar un ensayo clínico aleatorizado que fue supervisado bajo la misma reglamentación del Reino Unido y los Estados Unidos, estoy seguro de que la información que se ha hecho pública sobre la seguridad de las vacunas es todo lo honesta y precisa como sea posible.

La razón para ofrecer esa cobertura a las compañías farmacéuticas es que se van a suministrar literalmente miles de millones de vacunas en los próximos meses. Si surgieran efectos secundarios extremadamente raros pero graves, los costos potenciales de los litigios llevarían rápidamente a las empresas a la bancarrota a pesar de su inmensa capitalización. Con el fin de proteger los intereses de sus accionistas, las empresas tendrían el deber de detener la vacunación en todo el mundo (posiblemente durante meses o años) tan pronto como se anunciara el primer efecto secundario grave. Para evitar esta posibilidad, el gobierno del Reino Unido ha asumido la responsabilidad legal. Así que sigue habiendo cobertura legal para quienes participen, pero es el gobierno (es decir los contribuyentes) quien tendrá que pagar. De hecho, de acuerdo con la Ley de Indemnizaciones por Daños por Vacunas, habrá un pago único de 120,000 £ (135,000 €) a cualquier persona que resulte afectada o discapacitada de forma permanente como consecuencia de la vacuna. Medidas similares ya se han tomado anteriormente para otras vacunas, como la vacuna contra la tosferina (pertussis).

¿Es cierto que las nuevas vacunas covid contienen tejidos de un feto abortado?

No. Las vacunas de Pfizer y Moderna emplean moléculas de ARN mensajero que han sido sintetizadas artificialmente en laboratorios. Sin embargo, como parte del proceso de su desarrollo, las vacunas fueron probadas usando una línea celular llamada «inmortal” o células HEK-293. Esta línea celular consiste en células embrionarias que se multiplican continuamente y que se han estado multiplicando durante más de 40 años. Se dice que las células originales se obtuvieron de un feto (un bebé antes de nacer) que se sometió a un aborto legal por otras razones en los Países Bajos en 1973. No se realizaron más abortos para el propio desarrollo de la vacuna y las vacunas no contienen ningún tejido fetal. El uso de la línea celular HEK-293 plantea la cuestión de si la vacuna podría considerarse como «moralmente contaminada». Esta es una pregunta compleja que he discutido en un artículo llamado «Las vacunas contra el Coronavirus y la Ética Cristiana». En la actualidad no hay ninguna vacuna contra el coronavirus que no haya sido desarrollada utilizando células HEK-293.

¿Es cierto que los riesgos de infección por coronavirus se han exagerado enormemente por razones políticas o de otro tipo?

No. Hay un consenso entre los epidemiólogos, virólogos y expertos en enfermedades infecciosas de todo el mundo de que la actual pandemia de Covid-19 es la emergencia sanitaria mundial más peligrosa desde la gripe española en 1918/19. Ya hay pruebas claras de que en 2020 se han producido cientos de miles de muertes que no habrían ocurrido sin la pandemia. Además de las trágicas muertes, existe una creciente evidencia de complicaciones a largo plazo muy importantes en los que la han padecido, entre ellas accidentes cerebrovasculares, problemas cardíacos, afecciones pulmonares crónicas e incluso deterioro cognitivo de larga evolución. Ahora parece probable que muchos miles, sino millones de personas vivirán con las complicaciones de la infección por coronavirus en los próximos años.

¿Es cierto que las vacunas contra el coronavirus utilizan técnicas para espiarnos creadas por Bill Gates?

No. Ninguna de las vacunas aprobadas por las autoridades reguladoras utiliza técnicas para espiarnos. Como muchas teorías de conspiración, esta tiene su origen en una noticia genuina. En diciembre de 2019, un grupo de investigadores estadounidenses financiados por la Fundación Bill y Melinda Gates publicó un artículo de investigación sobre una tecnología que dejaba un registro de vacunación en la piel del paciente usando una tinta inteligente que luego podía leerse con un móvil. La investigación no estaba relacionada con la pandemia de coronavirus y la tecnología no se ha desarrollado ni implementado aún.

¿Es cierto que los gobiernos democráticos occidentales planean hacer obligatoria la vacunación contra el coronavirus?

No. Cuando este artículo está siendo escrito, ningún gobierno democrático occidental ha revelado plan alguno para hacer obligatoria la vacunación. En la mayoría de estos países la libertad individual y de conciencia están muy protegidas por la ley e históricamente y sólo los gobiernos totalitarios pueden hacer obligatoria la vacunación. Sin embargo, es probable que se realicen campañas para persuadir al mayor número posible de personas de que se vacunen con el fin de elevar los niveles de inmunidad en el conjunto de la población.

¿Es cierto que la vacunación contra el coronavirus puede provocar infertilidad?

No hay pruebas científicas sólidas que apoyen esta posibilidad. Los ensayos clínicos existentes excluyeron a las mujeres embarazadas, pero esto es una práctica estándar en los ensayos clínicos, para evitar la remota posibilidad de que un nuevo medicamento pueda causar daños imprevistos a un bebé antes del nacimiento. El consejo en el Reino Unido es que las embarazadas, las que estén amamantando, o que puedan quedar embarazadas dentro de los tres meses de su primera dosis no deben vacunarse, pero esto se debe a la preocupación por los posibles riesgos para el bebé, no porque exista un riesgo de infertilidad.

Se ha sugerido que existe una pequeña similitud en las secuencias de aminoácidos de la proteína de espícula del coronavirus y una importante proteína de la placenta llamada sincitina-1. Por tanto, si el cuerpo crea anticuerpos contra la proteína de espícula, podrían atacar inadvertidamente a la proteína de la placenta. Esta es una posibilidad en teoría que no deja de ser una mera especulación y la mayoría de los expertos en la materia piensan que es extremadamente improbable. Si el mecanismo resultara ser cierto, entonces sería teóricamente posible que la infección con el coronavirus natural pudiera conducir inadvertidamente a una infertilidad posterior. Sin embargo, no hay absolutamente ninguna evidencia que apoye esto en la actualidad.

¿Es cierto que algunos voluntarios han fallecido como resultado de recibir vacunas experimentales contra el coronavirus?

Hubo dos muertes entre las 21,000 personas que recibieron la vacuna Pfizer, pero después de una cuidadosa investigación por parte de los científicos independientes se determinó que eran eventos fortuitos no relacionados con la vacuna. En comparación, hubo cuatro muertes que ocurrieron por casualidad en las 21,000 personas que recibieron placebo inactivo, por lo que se podría concluir que recibir una inyección de agua salada fue más peligroso que recibir la vacuna.

Poco después del comienzo de la inmunización con la vacuna de Pfizer en el Reino Unido, dos profesionales de la salud, que tenían una historia previa de alergia grave, desarrollaron serias reacciones alérgicas a la vacuna. Parece que los dos individuos no sufrieron efectos adversos permanentes, pero la recomendación del Reino Unido se modificó después de estos incidentes indicando que las personas con un historial de reacciones alérgicas muy graves (llamada anafilaxia) no deberían recibir la vacuna.

¿Es cierto que el virus muta tan rápidamente que las vacunas se vuelven rápidamente ineficaces?

Es bien sabido que el virus de la Influenza (gripe) muta continuamente y por lo tanto una nueva vacuna contra la gripe tiene que ser desarrollada cada año. En la actualidad, las pruebas sugieren que el virus Covid-19 es más estable genéticamente que el virus de la gripe y los expertos esperan que las vacunas actuales permanezcan activas durante más de un año. Sin embargo, simplemente no hay suficiente experiencia con el virus Covid-19 para poder predecir la probabilidad de futuras mutaciones.


Esta publicación apareció originalmente en johnwyatt.com.
Publicado con permiso.

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