Cinco llamados y una promesa para tiempos de incertidumbre

‘Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el Señor—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza. Entonces ustedes me invocarán, y vendrán a suplicarme, y yo los escucharé.’ (Jeremías 29:11-12)

Un versículo que me ha animado y desafiado mucho en estos días. He visto este mensaje en muchos grupos, prólogos y en las redes sociales en esta temporada. Una excelente promesa para aferrarnos mientras pasamos este largo período de incertidumbre.

Leyendo en las secciones de la Biblia en donde esto fue tomado, me di cuenta que esta promesa¾dada a los Judíos cautivos en Babilonia¾se asienta en el contexto de unos pocos llamados y mandatos para la nación en cautiverio. Yo quiero dar un vistazo al contexto y resaltar cinco mandatos o llamados que Dios les estaba dando a través de Jeremías.

Había dos comunidades a las cuáles Jeremías les estaba llevando el mensaje de Dios. Primero, a los líderes y comunidades que estaban bajo asedio (confinamiento) en Jerusalén esperando del retiro en un futuro inminente de sus ocupantes. El segundo, eran los cautivos que habían sido llevados a Babilonia y estaban viviendo con la esperanza que iban a regresar pronto. Ellos tenían líderes que constantemente les decían que este contexto iba a pasar pronto. (Jeremías 28:10-11, Jeremías 29:15)

Jeremías, a través de una demostración visual de un yugo de madera alrededor de su cuello y luego una imagen de un yugo de metal, comunicó una perspectiva a largo plazo a ambas comunidades. A diferencia, el liderazgo les daban esperanza a corto plazo de su desafío y, ¡que este iba a revertir pronto! (Jeremías 27:2, jeremías 28:13)

Quiero que consideremos cinco llamados que Dios estaba comunicando a estas comunidades a través de jeremías.

Un llamado a someterse al contexto. (Jeremías 27:11) El pensamiento a corto plazo de los líderes, tenía que ser ignorado por una perspectiva a largo a plazo. Se le pidió someterse al contexto de una cautividad a largo plazo y una nueva fase de la vida.

Un llamado a vivir vidas fructíferas y comprometidas con el presente. (Jeremías 29:4-7) El grupo que había sido llevado cautivo estaban esperando, basados en las promesas de algunos de sus líderes, que iban a ser regresados pronto. Ellos estaban viendo atrás a su pasado, recordándolo y esperando con ansias el día que pudieran regresar. Jeremías los desafía a que construyan casas, planten viñedos, a casarse, a tener hijos y buscar la paz y la prosperidad de sus apresadores y de la tierra en donde ellos estaban. Un llamado a vivir vidas comprometidas con el contexto actual.

Un llamado a vivir vidas de oración. Jeremías no solo les pide que busquen la paz y la prosperidad de la tierra a donde habían sido llevados cautivos, pero que oraran por la tierra, porque en el bienestar de la tierra iba a estar su bienestar. Un llamado a vivir vidas de oración por la nación que había destruido su tierra y los habían llevado cautivos. (Jeremías 29:7)

Un llamado a vivir vidas de discernimiento. Jeremías los desafía a discernir entre la sabiduría del mundo y la sabiduría divina. Discernir entre lo falso y lo verdadero. (Jeremías 29:8-9; Jeremías 29:31-32) Él los estaba desafiando a que entendieran el contexto y la temporada a través de la perspectiva de Dios y no que se quedaran atrapados con los falsos mensajes que estaban alrededor.

Un llamado a vivir vidas de esperanza. El quinto y el último llamado fue uno de esperanza para el futuro. Esperanza de una restauración física y una restauración espiritual. ¡La restauración física tardaría 70 años! (Jeremías 29:10) Muchos de esa generación no iban a estar para poder ver la restauración hecha realidad. En un sentido ellos son como los que se describen en Hebreos 11: “Todos ellos vivieron por la fe, y murieron sin haber recibido las cosas prometidas; más bien, las reconocieron a lo lejos, y confesaron que eran extranjeros y peregrinos en la tierra”. (Hebreos 11:13) ¡Ellos estuvieron viviendo vidas de esperanza por un futuro más allá de sus vidas! Y al mismo tiempo, una esperanza por una restauración espiritual de una relación con Dios y Su relación con ellos. (Jeremías 29:12-13)

En medio de estos llamados estaba la promesa: “Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el Señor—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza. Entonces ustedes me invocarán, y vendrán a suplicarme, y yo los escucharé.”

Un recordatorio para nosotros en esta temporada ¾de aferrarnos a la promesa de los grandes planes de Dios para nuestras vidas. Y al mismo tiempo, un llamado a la vivir vidas de sometimiento y de un compromiso fructífero con el presente. Vidas de oración por el contexto y nuestras naciones, discerniendo los propósitos de Dios para nosotros y las naciones esta temporada. Aferrándonos a una esperanza de una restauración física en Su tiempo, pero una restauración espiritual hoy.

¡Que Dios nos permita vivir vidas así!


Santhosh Mathew es el Secretario Regional de ICMDA para Asia Meridional

2 Comments

  1. […] На русском, español […]

  2. Daniel Monrroy on 11 August 2020 at 10:37 pm

    Thanks brother

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